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Primer dia |
En la tarde del miércoles 13 de noviembre el viento del suroeste asoló Galicia y aniquiló vidas y haciendas. Protección Civil había alertado de un temporal con rachas de hasta 90 kilómetros por hora. Pero un par de semanas atrás, otro aviso similar había pasado sin daños, así que el país se lo tomó con calma.Esta vez, sin embargo, la realidad enlutó todos los pronósticos, comenzaba el castigo meteorológico más duro desde el huracán Hortensia, en el lejano 1984.
El Prestige, construido en Japón en 1976, era un barco que ningún país sensato querría en sus aguas. Su bandera era de conveniencia (Bahamas) y su tripulación tenía escasa preparación (22 filipinos, algunos casi críos con bigotillo de pelusa, y dos rumanos).
Sus antecedentes tampoco inspiraban confianza: la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos lo tenían vetado y en 1999 había sido sancionado en Nueva York y Rotterdam por sendos fallos de seguridad. El barco eludía tocar los puertos de la UE y había salido de Riga (Letonia), con rumbo a Singapur, previa escala en Gibraltar.
A las 15.15 de la tarde, el petrolero, uno más de los 1.400 que pasan cada año frente a las costas gallegas, lanzó un S.O.S. Un golpe le había abierto una vía de agua en dos tanques vacíos de estribor y presentaba una escora de 25 grados. El capitán Apostolos Mangouras (un griego de 68 años, corta estatura, gesto pétreo, corazón recauchutado por un bypass y talante agrio) explicaría más tarde ante el juez que sintió «un ruido fortísimo», algo que corroboraron sus marineros. Ese mismo día, un mercante había alertado a su paso por el corredor gallego de la pérdida de 200 troncos de 17 metros de largo. La primera versión del accidente habla de una «vía de agua por fatiga». Pero hoy se especula con que un tronco impulsado por el oleaje pudo impactar como un proyectil en el costado derecho del barco, que había sido parcheado en mayo del pasado año en un ignoto astillero chino. Una hora después del S.O.S, dos helicópteros evacúan a Vigo y A Coruña a 24 tripulantes. Visten mono, están ateridos y el arrojo y la cobardía se entremezclan: un marinero se orinó durante el rescate, pero otros dos se jugaron el pellejo para cerrar una escotilla y el mar llegó a zarandearlos sobre la cubierta como peleles. A bordo se quedan Mangouras, su jefe de máquinas y su primer oficial. El capitán no iba a echar de menos a su tripulación: «Llévenselos, aquí ya sólo son un problema», gritó a los equipos de rescate. A las cinco de la tarde el petrolero comienza a expulsar su carga de fuel oíl M-100, uno de los derivados más tóxicos del petróleo, un combustible en desuso; denso, viscoso, de difícil tratamiento y con alto contenido de azufre. Para corregir la escora, Mangouras llena de agua los tanques de lastre de babor. El buque queda casi nivelado (sólo 5 grados de desviación), pero los técnicos estiman que a cambio sufre «una severa sobrecarga». En la zona del rescate los vientos son de 74 kilómetros hora y las olas, de seis metros. El capitán ha apagado los motores. El reloj galopa mientras el armador, el Gobierno y las empresas de salvamento discuten sobre las condiciones del rescate. El viejo Prestige es un botín codicioso: sus 77.000 toneladas de fuel están valoradas en 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas) y quién lo salve puede llevarse más de un 10% del pellizco.
En la primera noche, el Ría de Vigo es el único remolcador en la zona del siniestro. En camino van el Ibaizábal I y el Chiruca. El Sertosa32 tiene que dar vuelta por avería. A lo largo de la tarde-noche del miércoles, el Ministerio de Fomento asume (vía fax) el monopolio de la información oficial. A las 6.30 (tres horas después del accidente), Fomento emite un comunicado para dar cuenta de que un petrolero con bandera de Bahamas se está hundiendo a 50 kilómetros de Fisterra. A las ocho de la tarde, la compañía holandesa Smit (la que reflotó el submarino Kursk) firma con el armador el acuerdo que la hace cargo del rescate.
Al final del miércoles, el barco ha perdido unas 6.000 toneladas de fuel. La mancha es ya de diez kilómetros de largo y 300 metros de ancho. Galicia se acuesta con el anuncio del Gobierno de que el petrolero será alejado de inmediato a 120 millas de la costa.
Está arrancando un triste vodevil.
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Segundo dia |
¡Mi madriña! ¿Pero que fai eso aí? Galicia se despierta con el Prestige a sólo 4 millas de Muxía. A lo largo de la noche ha sido imposible amarrar el petrolero y el Gobierno filtra que el capitán se resistió al remolque. A las diez de la mañana el monstruo herido alcanza su punto más cercando a la costa. Se puede ver a simple vista y hay corrillos de curiosos en el santuario da Virxen da Barca, en la Punta da Buitra, en Touriñán.
El fuel asoma a dos millas de una tierra donde se extienden algunas de las playas más salvajes, bravas y hermosas de Galicia. «El mar huele a gasolinera», comenta un marinero que viene de marea. Los políticos con más reflejos (pocos) se acercan aquella mañana a Muxía. Primero llega Beiras, y más tarde lo hace el socialista Cortizo. El presidente Fraga habla en Santiago sobre el corredor y comenta que «hoxe os canales de paso están ben trazados, o importante é que todo o demáis seña respetado».
Las autoridades dicen que confían en que la mancha se desplace al noroeste, rumbo al Reino Unido. Un tripulante del remolcador Sertosa 32 da cuenta de la titánica batalla perdida que se libró durante toda la noche: «El barco se iba a las piedras y el fuel salía sin parar, era algo impresionante». La compañía de salvamento Smit baraja dos soluciones: trasvasar el fuel en una rada tranquila o llevar el barco a un puerto que quiera recibirlo y descargarlo (A Coruña está muy cerca y el pantalán de Repsol reúne todas las condiciones). El ferrolano Arsenio Fernández de Mesa, delegado del Gobierno en Galicia, inicia su semana de gloria mediática y sale a la palestra para anunciar que el Prestige no tocará puerto español. El Gobierno no quiere un engorro visible desde la costa. A los ecologistas les desagrada la táctica elegida:
«Lo que están haciendo es esconder la basura debajo de la alfombra».
A la una de la tarde el Ría de Vigo y el Sertosa 32 logran enganchar al Prestige. Una hora y media después se encienden los motores auxiliares del petrolero. A las doce de la noche, está a 65 millas y se anuncia que a las cuatro de la madrugada llegará a las 120. Según la autoridad competente, «a esa distancia los derrames estarán en gran medida mitigados». El problema parece controlado. Fomento tiene 7.800 metros de barreras y 13 skimmers aspiradores. Se espera que esa noche los instalen para proteger Laxe, Muxía, Camariñas, Corme y Camelle. «As noticias son favorables, din que poderase evitar que a mancha chegue á costa», calcula esperanzado Evaristo Lareo, el presidente de la Federación Provincial de Cofradías.
Tras 24 horas de silencio, habla Álvarez Cascos, el ministro que tutela el caso, y anuncia acciones legales de España contra Grecia y Letonia. Bruselas califica al Prestige de buque «sospechoso» y añade algo que por entonces ya sabe toda Galicia: hace mucho tiempo que debió haber sido inmovilizado.
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Tercer dia |
El barco, que tenía que estar a 120 millas a las cuatro de la madrugada, está a 62 millas y malherido cuando despunta el sol del tercer día. Sólo se ha logrado alejarlo a la mitad de la distancia prevista y presenta una brecha de 40 metros en el casco. Al mediodía se apagan los motores para que no crezca la grieta. El temporal machaca la zona y el buque permanece 12 horas sin avanzar. El capitán es detenido, acusado de desobediencia y delito ecológico. Ya no queda nadie a bordo y las malas noticias arrecian. Así que el Gobierno convierte la llegada de Apostolos Mangouras a Alvedro en un pequeño espectáculo: paso libre a las cámaras y un fornido guardia civil sujetando al enjuto marino por cada brazo. La tensión acelera el corazón parcheado del capitán, que será ingresado unas horas en el Juan Canalejo por una crisis coronaria. Los nervios se van destemplando y los portavoces comienzan a derrapar. Dado el tamaño de la grieta, se especula con que el barco puede partirse. El delegado del Gobierno y Marina Mercante tranquilizan a la opinión pública: si el Prestige se tronza en dos, «se remolcarán de forma independiente proa y popa para alejarlas al máximo». El conselleiro de Pesca garantiza a los marineros que «tendrán cubierta cualquier paralización de su actividad» y también da ánimos al país: estuvo a punto de producirse un nuevo Erika, «pero se ha evitado». En la costa se ven las primeras aves manchadas de fuel. Pero el dispositivo contra la marea negra («vertido», según la versión oficial) aún no se ha desplegado, «a la espera del momento justo». La mancha está a 5 kilómetros de las Islas Sisargas, un pequeño paraíso ornitológico, y a 11 kilómetros de O Roncudo, las rocas de Corme donde crecen unos percebes casi mitológicos.
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Cuarto dia |
La marea negra toca tierra y contamina 190 kilómetros de costa (una distancia equivalente a ir de A Coruña a Vigo por carretera). Entre Fisterra y Mera (Oleiros) quedan prohibidos la pesca y el marisqueo. Vecinos y visitantes pasean sobrecogidos por Razo, Baldaio y Caión, cubiertos de mierda negra. Los percebes de O Roncudo ya son historia por este año.
Hay cormoranes, alcatraces, gaviotas, araos, patos y delfines muertos. Seis mil trabajadores y 2.500 barcos están condenados al paro. La sabiduría de la gente resume con exactitud sarcástica las proporciones del drama: «Non vai a quedar sitio en Canarias para tanta xenté». Mucha juventud de la Costa da Morte está emigrada en las islas, donde abunda el trabajo de camarero y peón. De los que se quedaron, muchos viven del percebe. Un percebeiro puede levantarse en Navidad 2.400 euros en un mes (cerca de medio millón de pesetas).
El Gobierno reacciona: traen barreras del Cantábrico y del Reino Unido hasta completar los 18 kilómetros. Pero su esfuerzo resultará casi baladí: el temporal es inmisericorde y el oleaje hace que la macha salte por encima de las protecciones.
¿Y el Prestige?, ¿dónde anda ahora la ruleta rusa de esta historia? Pues a 48 millas (86 kilómetros). Avanza hacia el sur con los motores apagados, a una velocidad de un nudo y a la espera de un súper-remolcador chino que lo aleje con más pulso que los exhaustos Alonso de Chaves y Ría de Vigo.
¿Y los políticos?, ¿dónde están los políticos?
El presidente del Gobierno, anda por Punta Cana (República Dominicana), donde se celebra la cumbre de mandatarios iberoamericanos, y desde allí advierte que la crisis afectará «al contencioso de Gibraltar». El ministro de Pesca, Arias Cañete, está en Sevilla, y declara, con la seguridad del que lo ve desde lejos, que «la rápida actuación de las autoridades españolas ha evitado una verdadera catástrofe pesquera y ecológica».
El ministro de Medio Ambiente, que ha estado pensando durante cuatro días en silencio, hace por fin sus primeras declaraciones (pura rutina) sobre la mayor catástrofe ecológica que ha sufrido España en este arranque de siglo. El presidente de la Xunta inicia un viaje secreto a Aranjuez; donde hoy y mañana asistirá a una controvertida cacería.
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Quinto dia |
A modo de castigo ejemplar, el capitán griego, que remoloneó durante el rescate con el criterio de que alejar el barco llevaría a su destrucción, ingresa en la cárcel de Teixeiro, bajo una fianza de 3 millones de euros (casi quinientos millones de pesetas). El Gobierno y los armadores polemizan sobre el destino del petrolero, que ha sufrido la rotura de un tercer tanque. El Prestige, que sigue sangrando negro, está parado a la altura de Corrubedo, a unas 60 millas de la costa (80 según De Mesa; 65 según Smit y 55 para López Veiga).
El De Da, el remolcador más grande del mundo, sale de Vigo a las nueve de la noche con el objetivo de girar el petrolero para que las olas dejen de aporrear su costado más débil. En tierra se comienza a limpiar, muy tímidamente. Según Fomento trabajan 350 personas. Como la mancha se extiende a lo largo de 190 kilómetros, toca a 1,8 kilómetros de residuos por operario.
En medio del desasosiego, la Xunta y el Gobierno prometen que las ayudas se cobrarán antes de Navidad. O dicho en palabras de López Veiga: «Aquí ninguén quedará sin o turrón». Galicia es un país de caras tristes. Aprovechando el día festivo, la pena muda de las legiones de paseantes se deja sentir por toda la costa mancillada. En las playas aún se suda poco. Los más activos son los ecologistas, que con mascarillas y cajas de cartón buscan por la arena aves petroleadas.
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Sexto dia |
El Prestige se pasea, como si una mano negra se empecinase en extender su reguero viscoso por toda la costa gallega. El mal tiempo, la penuria de los medios de auxilio y las polémicas entre el Gobierno y las empresas de rescate han marcado su rumbo errático. El barco cae hasta la altura de Marín. El Gobierno comunica por escrito y verbalmente que el petrolero (una bomba de tiempo con 68.000 toneladas de fuel en su panza) ha entrado en la Zona Económica Exclusiva de Portugal. Pero los lusos se percatan del embolado: lo desmienten, lo rechazan y hacen zarpar a su fragata Joao Coutinho. El Prestige habrá de virar otra vez cara al norte.
Han transcurrido seis días de dudas, vueltas y derrames. El barco es un cadáver a flote. «La chapa de la cubierta ya no existe. Es como si le hubiesen dado un mordisco», describe un técnico de la firma de rescates Tecnosub. El De Da tira ahora del esqueleto del Prestige. El remolcador chino ofrece una potencia de 21.500 caballos (supera él solo a las cuatro naves españolas que han venido peleando con el petrolero; pues el Alonso de Chaves, el más potente, sólo tiene 3.500 caballos). La mancha alcanza Porto do Son y amenaza la Ría de Arousa, la ría marisquera más rica del mundo. La prohibición de pescar se amplía hasta cabo Prioriño, en Ferrol. Además (y por fin) se decide recurrir a los efectivos del Ejército y de la Armada, que se dejan ver pala en mano por los arenales. Las ayudas económicas se concretan. Por cada día de inactividad, los pescadores y mariscadores percibirán 30 euros (5.000 pesetas), unas 150.000 pesetas al mes. Este lunes, acabado el Fin de Semana y seis días después del naufragio, el Gobierno de España se percata de la gravedad de la tragedia que está acaeciendo en el mar de Galicia. Así, en La Moncloa se crea un gabinete interministerial, coordinado por el vicepresidente Rajoy, en el que participan los subsecretarios de 11 ministerios. Y siguen las declaraciones. Vázquez, el alcalde de A Coruña, que ha sellado con planchas metálicas el acuario de la ciudad, propone quemar el buque con bombas de fósforo. Días después, Trillo, el ministro de Defensa, reconocerá que el Ejecutivo sopesó esa idea. Manuel Fraga, de vuelta de su expansión cinegética en Aranjuez, anuncia que el jueves, nueve días después del S.O.S en Fisterra, visitará la zona dañada. El presidente de la Xunta endurece sus críticas a un corredor que hace cinco días consideraba bien trazado y pide ahora que «lo aparten». El delegado del Gobierno calcula que hay 50 kilómetros de costa «realmente dañados». Se equivoca un poco: ha contado 140 kilómetros de menos.
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Septimo dia |
A las 8.50 de la mañana, en el séptimo día de atolondrada singladura hacia ningún sitio, sucedió lo que todo el mundo esperaba: el Prestige se partió. Se encontraba a 260 kilómetros de las Islas Cíes y había recorrido 243 millas (437 km). Sus bodegas albergan aún 66.000 toneladas de fuel y se calcula que al partirse pierde 5.000 toneladas más (según certificará Rajoy el viernes, tras el Consejo de Ministros).
Vientos del Suroeste y olas de seis metros empujan la nueva mancha en dirección a Galicia. La popa se hunde a las 12 del mediodía y la proa lo hará a las cuatro de la tarde. Los técnicos calculan que los restos del barco tardaron unas 20 horas en tocar el lecho oceánico, a 3.500 metros de profundidad. Se abre un gran debate: ¿qué ocurrirá con los tanques de fuel en esas aguas abisales, donde la temperatura es de 2,3 grados? El Gobierno, enarbolando a la bandera del optimismo hasta el final, da por hecho que el fuel se solidificará en los tanques, debido al frío. Algunos técnicos replican que los contenedores estallarán por la presión y la erosión y que el combustible, al ser menos denso que el agua, saldrá a la superficie. Al día siguiente, observadores franceses y portugueses detectarán nuevas bolsas de fuel en la zona donde se tronzó el petrolero. El Gobierno español lo desmentirá. Tras el hundimiento, se abre otro debate: ¿cuánto fuel ha derramado el Prestige? Álvarez Cascos lo resume así: perdió 6.000 toneladas en los primeros días y 5.000 al hundirse. La Voz de Galicia concreta que fueron 9.000 toneladas en la ruta costera y 11.000 en el naufragio. Arsenio Fernández de Mesa, parafraseando el «sólo sé que no sé nada» de Sócrates, lo resuelve con esta frase: «Hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe».
El Erika, el referente en el que todos piensan con congoja, dejó 10.000 toneladas hace tres años y Bretaña aún no ha cicatrizado la herida. Siete días después de que el océano se tragase al Prestige, el conselleiro de Pesca confirmará que el buque perdió 11.000 toneladas al irse a pique: el doble de lo que afirmó el Gobierno en un primer momento.
Aterriza Rajoy
En la mañana del hundimiento llega a Galicia Mariano Rajoy, la máxima autoridad que ha visitado hasta ahora la zona afectada. El Vicepresidente se sube a un helicóptero y perita los daños desde el aire. Luego ofrece una rueda de prensa en la sede de la Cofradía de Caión (una villa mínima, un roca encajonada en el mar que por causa de su desgracia ha visto estos días su nombre impreso en las primeras planas de los periódicos de medio mundo). Rajoy anuncia que se declarará la «zona de emergencia». Fiel a una coletilla que ha hecho fortuna entre nuestra clase política, explica que «las cosas se han hecho razonablemente bien», que el barco «se hundió a una distancia razonable y prudencial». Esa misma noche, Rajoy estará ya en un acto en Sevilla. En el día del hundimiento, Cañete, el ministro de Pesca, se encuentra en Madrid, participando en una conferencia sobre agricultura y desarrollo rural. Álvarez Cascos, el responsable de Fomento, ministerio que parece estar al mando del operativo, se halla también en Madrid. Jaume Matas, el Ministro de Medioambiente, está en Málaga, donde la inauguración de una depuradora reclama su atención. En el Parlamento de Galicia, los grupos son incapaces de consensuar una declaración institucional sobre la mayor tragedia ecológica de la historia del país. En el extranjero se escuchan palabras más duras. Chirac truena en el Eliseo contra «la incapacidad» de la UE para evitar catástrofes náuticas y se declara «horrorizado» por la marea negra que salpica Galicia. The New York Times, el rotativo más prestigioso del orbe, escribe que el desastre gallego «podría ser mayor que el que causó en Alaska el Exxon Valdez en 1989». En Inglaterra, The Guardian, opta por una mala uva cruel: «¿Tiene un problema pegajoso? No se preocupe, puede verterlo en las costas africanas». Salen a la luz datos para el sonrojo: ni en Galicia ni en ningún puerto de España hay un solo barco anticontaminación. Se sabe también que el Gobierno ha rechazado ofertas de ayuda de Alemania, Italia y Gran Bretaña. Los servicios de limpieza anuncian que mañana (al octavo día del desastre) comenzarán a contactar con los voluntarios que han llamado al teléfono de colaboración.
En la Ría de Arousa, los marineros, nerviosos e impotentes, proponen blindar la ría formando una barrera con sus barcos. En otros puertos, se habla de armar protecciones trenzando los aparejos de pesca. En Noia y en las bateas se apura la recolección de berberechos y mejillones mirando el reloj, porque el tiempo acerca nuevas manchas. Las mariscadoras de A Costa da Morte, embadurnadas hasta las cejas, ya sólo cosechan petróleo. Mañana, ocho días después del día en que empezó todo, vendrá Jaume Matas a tocar las papas de fuel de Barrañán con una mano enguantada. El jueves el turno de gira será para Rodríguez Zapatero y Manuel Fraga. El presidente de la Xunta llega a Caión con el aguinaldo, porque él «trae dinero» no como otros, que «sólo traen palabras». Lo sorprendente es que la ocurrencia de Fraga será saludada con aplausos por los vecinos.
El futuro
En los últimos 30 años, Galicia, la región más dependiente del mar de la UE, ha sufrido siete de los once mayores desastres náuticos de Europa. Unas 300.000 toneladas de petróleo han degradado las costas gallegas en esas tres décadas. El Prestige, a falta de los daños que puedan venir de los tanques que reposan bajo el Atlántico a 3.500 metros, ha propagado su peste a lo largo de más de 500 kilómetros del litoral gallego. Por extensión, es ya la mayor catástrofe ecológica de la historia de Galicia.
El Prestige dejará lecciones y tendrá consecuencias de toda índole. La catástrofe sufrida por Galicia ha agitado las conciencias europeas. Sin esperar al concurso de Aznar, el presidente del país afectado, Chirac y Schröeder pactaron el 22 de noviembre la toma de medidas para adelantar la prohibición de los buques de un solo casco, que estaba prevista para el lejano 2015. Por su parte, el Gobierno anunció que comprará nuevos remolcadores, de mayor potencia, y pretende imponer a las petroleras españolas la adquisición de barcos anticontaminación. La desgracia servirá a los científicos para aclarar qué sucede cuando los tanques de fuel se hunden en aguas profundas. Un robot submarino francés, similar al Abyssub 5000 que hurgó en las entrañas del Titanic, descenderá hasta la tumba del Prestige. Los restos del barco abren grietas además en la política doméstica. El golpe medioambiental provoca que los socialistas gallegos presenten una moción de censura contra el presidente de la Xunta, al que reprochan el haberse ido de caza a Aranjuez en el fin de semana del 17 y 18 de noviembre (un hecho que negó por dos veces ante la opinión pública). El petróleo ha embadurnado también la luna de miel entre Fraga y Beiras: tras la tregua de la merluza al albariño que escenificaron en un restaurante de Santiago vuelven a intercambiar epítetos hostiles con el vigor de antaño. Pero lo más importante del futuro se juega hoy en la costa. Galicia observa demudada una marea negra que navega totalmente fuera de control.
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Olas de fuel y mareas de Dignidad |
Galicia, país antiguo, cuenta con varios mojones que trazan su historia. En el año 977, el visir Abu Amir Muhammad, Almanzor, subió al norte y saqueó Compostela. En el 1065, Galicia se convirtió en un reino independiente, una aventura que acabó sólo seis años después. El siglo XV se sobresalta con las revueltas Irmandiñas, levantamiento anti señorial que muere en derrota en 1469. En el siglo XIX, la vieja Galicia sorprende con un guiño liberal y en 1820 se alza contra el rey felón Fernando VII. El siglo XX abunda en hitos: el primer estatuto de autonomía es antesala del golpe de Estado de Franco, que dejará un reguero de 3.500 gallegos muertos a golpe de consejos de guerra y paseos criminales. Aquella fue, además, la centuria del éxodo. En los primeros 75 años del siglo XX muchos de los mejores esquivan el hambre y buscan vida en el extranjero (en 1900, los gallegos suponíamos el 10,6% de la población española; en 1996, ya éramos sólo el 7%). Con la restauración de la democracia, la economía mejora, concluye la gran escapada y se recupera el autogobierno, con un nuevo Estatuto de Autonomía en 1980.
En el futuro, el segundo año del siglo XXI también será citado cuando se recapitule la andadura varias veces milenaria del país.
A finales del año 2002, Galicia sufrió la mayor catástrofe de su historia. A las dos y cuarto de la tarde del 13 de noviembre el Prestige, un petrolero monocasco de 26 años de edad y chapa parcheada, lanza un mayday a 50 kilómetros de Fisterra. Nadie sabía que sólo dos meses después de aquel S.O.S. se estaría hablando de un derrame de fuel de 26.000 toneladas, que ha contaminado 913 de los 1.121 kilómetros de costa de Galicia y que laminará el 10% de nuestro Producto Interior Bruto. La peste ha recorrido 1.300 kilómetros .Ha viajado desde un cementerio marino, a casi cuatro kilómetros de profundidad, hasta la lejana costa atlántica de Francia, que se vio obligada a cerrar sus parques de ostras el día de Reyes. Pero la tragedia tiene un reverso luminoso: ante el absentismo y la falta de reflejos del Estado, la sociedad civil gallega tomó el timón de su destino y desmintió una abulia y un individualismo que se temían endémicos. Los marineros y las mariscadoras de las Rías Baixas pararon el fuel con sus puños, en una epopeya que tuvo eco en todas las pantallas mediáticas del mundo global. Los ciudadanos exigieron en las calles dignidad y respuestas. Bajo un aguacero casi bíblico, el 1 de diciembre más de cien mil personas se empaparon en las rúas de Santiago para pedir un golpe de timón político. La queja se repitió el día 11, con otras cien mil personas en Vigo y 40.000 en Pontevedra.
Y mientras la UE despachaba a Galicia con una ayuda de 5 millones de euros, las empresas del país dieron un paso adelante y más de una superó por sí sola la magra aportación del coloso europeo. El 13-N supuso también un hito solidario. Sin que a nadie se le ocurriese llamarlas, millares de personas anónimas, conmovidas por la hecatombe ecológica, viajaron hasta el Finisterre para enfundarse el buzo blanco, sentir la náusea del petróleo y raspar la costa centímetro a centímetro. En Galicia, el siglo XXI empezó en el 2002 hubo olas de fuel; y mareas de dignidad.
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Primer Acto |
El 19 de noviembre el Atlántico se traga al Prestige. El naufragio se produce a 234 kilómetros de Fisterra, a la altura de las Cíes. La proa, la parte más dañada, cae a 3.800 metros de profundidad y la popa, a 3.500. Durante seis días el barco se ha paseado a lo largo de la costa occidental gallega, recorriendo 435 kilómetros. Desde el 16 de noviembre las playas de la Costa da Morte aparecen embadurnadas de fuel, sin que nadie se ocupe por ahora de limpiarlas. El mismo día del hundimiento, las embarcaciones de Portosín y Muxía intentan todavía faenar; largan los aparejos y cuando los izan emergen impregnados de chapapote.
Por ahora, el optimismo aún manda en las valoraciones oficiales. En su comparecencia diaria, Arsenio Fernández de Mesa (ferrolano de 47 años), delegado del Gobierno, augura que «el fuel del Prestige que se ha ido al fondo se solidificará, debido a las bajas temperaturas, y allí se quedará para siempre». Los observadores portugueses discrepan y mantienen desde el primer momento que el hidrocarburo está aflorando en el lugar donde se hundió el petrolero. El Nautile zanjará la polémica entre lusos y españoles. El submarino francés de vanguardia revelará que los restos del buque presentan 23 grietas y que están perdiendo unas 125 toneladas de fuel al día. En la jornada siguiente al hundimiento, 295 kilómetros de la costa gallega ya están contaminados y el chapapote mancha 90 playas y humedales. Las primeras fotografías por satélite han revelado además toda la magnitud del vertido con una elocuencia irrefutable. El mallorquín Jaume Matas, de 46 años, viaja entonces a Galicia. Siete días después de que comenzase la mayor catástrofe ecológica de la historia de España, el ministro de Medio Ambiente decide que ya es hora de acudir a interesarse por el
asunto. Matas justifica su ausencia: «Lo que nosotros hemos hecho es la labor que había que hacer, lejos de cualquier protagonismo». Y se suma a la consigna del optimismo: recuperar las playas de Galicia «llevará unos seis meses» y la inversión para reparar el daño será de 42 millones de euros (7.000 millones de pesetas). El 13 de diciembre, el Gobierno comunicará a la UE que la limpieza supondrá 200 millones de euros. A día de hoy, el último cálculo
del Ejecutivo español habla ya de mil millones de euros (166.000 millones de pesetas). Mientras Matas baja al arenal de Barrañán
(Arteixo) y toca el pringue con mano enguantada y rostro compungido, sólo 150 soldados y 110 peones se ocupan de recoger fuel en Galicia: 260 efectivos frente a una marea negra. Con más reflejos, la gran prensa internacional intuye en sus titulares la inmensa magnitud de la catástrofe. El Washington Post titula que «será peor que el Exxon Valdez». La revista alemana Der Spiegel
alerta de que «una bomba de relojería hace tictac en el fondo del mar».
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Con dinero en la mano |
Dos días después del hundimiento, Manuel Fraga decide personarse en la Costa da Morte. Su mutismo hasta ahora ha sido muy comentado. Fraga (vilalbés de 80 años) es un político afecto a patear el terreno. En el siniestro del Mar Egeo, diez años atrás, se plantó en los bajíos de la Torre de Hércules en las primeras horas. Yo vengo con dinero en la mano, con cosas concretas, y otros vienen a hablar, argumenta el presidente de la Xunta.
Contra pronóstico, algunos vecinos saludan las palabras de su reaparición con aplausos. El fuel mancha ya desde Ribeira a Cabo Prior y se prohíbe pescar en esa franja. El chapapote ha llegado a Ferrol y a las faldas batidas de la Torre de Hércules. La recogida es desordenada. La mayoría de los que trabajan en la costa son empleados municipales. Se producen los primeros ejemplos de desorganización, que serán una constante en las tres primeras semanas de la crisis. En Cee se agrupa el fuel en montículos, pero se queda en playa porque no hay medios para retirarlo. Por ahora, el papel del personal de la Xunta se reduce a perseguir pájaros petroleados y chequear las playas y acantilados desde vehículos todoterreno. La Delegación del Gobierno da una buena noticia y distribuye un comunicado de la Asociación Española de Ingenieros Navales, que vaticina que «el fuel se va a solidificar y el buque soportará la presión y la corrosión». Además, el riesgo de que las manchas alcancen las Rías Baixas es «bajo».
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Olas que rompen farolas |
El viernes 22 de noviembre el mar escupe fuel en el malecón de Muxía. Las olas negras, cebadas por el hidrocarburo,
cobran tal peso que son capaces de derribar los globos de las farolas del paseo de O Coído. Las imágenes apocalípticas de la
que acabará por llamarse la «zona cero» estimulan a las administraciones. Madrid sube 10 euros diarios las ayudas fijadas por la Xunta. La UE autoriza a España a redistribuir sus Fondos Estructurales para el sexenio 2000-2006.
Quinientas personas se ocupan ya de limpiar las playas. Pero los ediles parecen insatisfechos. Rafael Mouzo, alcalde nacionalista de Corcubión, convalece de un cáncer que él achaca a otra bomba náutica, el Casón. Pero ha desertado de su cama en un hospital de Barcelona para tratar de organizar a sus paisanos: «Isto é un auténtico desastre. Si se quixera facer peor non creo que se pudiera» En Porto do Son, el primer edil, el socialista Ramón Quintáns, cuantifica los medios que les ha facilitado la administración: «Unhas caixas para recoller paxaros». Juan López Uralde, el director ejecutivo de Greenpeace España, suelta una frase lapidaria: «El Estado ha abandonado Galicia». Andando los días, conspicuos políticos gallegos darán por bueno su diagnóstico.
Galicia ha sufrido siete de las once mayores catástrofes náuticas
de Europa en los últimos 30 años. Se calcula que en esas tres décadas 300.000 toneladas de fuel han empobrecido la costa gallega. Las lecciones de la historia no han calado. Cuatro días después del naufragio del Prestige, 400 kilómetros de litoral padecen la contaminación. El vicepresidente Mariano Rajoy (pontevedrés de 47 años) explica que no es una marea negra, porque «aunque afecta a una parte importante de la provincia de La Coruña, se trata de manchas muy localizadas».
Ese mismo 23 de noviembre, la oposición asegura que Manuel Fraga y los conselleiros Del Álamo (responsable de Medio Ambiente) y Cuíña han participado en una jornada de
caza en Aranjuez en el fin de semana del 16 y 17 de noviembre,
momento en que se produjo la primera marea negra, tres días después del mayday del petrolero. El presidente sale al paso de la acusación al día siguiente. Asegura que «esos comentarios me
producen risa» y explica que «el asunto es sencillamente una patraña». Posteriormente, admitirá que participó en la jornada cinegética, aunque alegará que «sólo estuve cuatro horas y me volví sin comer». Mientras se incuba la galerna política, en la costa no hay tregua. El fuel entra por tercera vez en Muxía. «É como lanzar unha pelota contra un muro, sempre volve», rosman los limpiadores. En Camelle, Man el anacoreta germano que vive en taparrabos en una chabola desde 1961, musita una frase premonitoria al ver arruinado su modesto parque escultórico: «Quiero morir. Esto es como la muerte».
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Segundo Acto |
A finales del mes de noviembre Galicia palpa el horror. La prohibición de pescar va desde Punta Falcoeiro, en Ribeira, a Punta Candelaria, en Cedeira, y afecta a 2.250 barcos de los 6.961 de Galicia. Ya se admite que el vertido puede ser de 20.000 toneladas (hoy se habla de 26.000) y que está compuesto por uno de los derivados más residuales y nocivos del petróleo: el fuel del barco de Bahamas estaba formado en un 40% por hidrocarburos aromáticos, los más peligrosos y cancerígenos. La Armada Española comienza
a patrullar por el corredor de Fisterra,
donde ahora petroleros desaprensivos limpian sus tanques a destajo. El jueves 29 de noviembre la gran mancha que se formó al quebrarse el buque
se sitúa a sólo 35 kilómetros de Fisterra. Poner distancia entre el cadáver del Prestige y la costa ha resultado un parche estéril, casi infantil. Y es que el fuel ha corrido de Oeste a Este a una media de 40 kilómetros por día. Galicia entra en estado de alerta. El Rey anuncia que el lunes viajará a la costa (un gesto de calado, porque el presidente del Gobierno aún no lo ha hecho) y se oye hablar por vez primera de una plataforma llamada Nunca Máis, que convoca una manifestación para el domingo en Santiago. Rajoy certifica que «el vertido en la zona del hundimiento es de combustible propio del buque». En Muxía se produce una marcha espontánea de 4.000 personas. En Bruselas advierten que la UE no liberará fondos adicionales por los daños del Prestige. El viernes 29 de noviembre comienza la segunda marea de fuel, la gran ola negra. «Veñen
tempos moi difíciles», acierta a anticipar López Veiga , el conselleiro de Pesca.
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Manifestación en Santiago |
El domingo 1 de diciembre Santiago alberga una de las mayores manifestaciones de la historia de Galicia. Jarrea y la multitud es tal que dos horas después de que la cabeza de la marcha alcance el Obradoiro, la cola aún está arrancando en la Alameda. Nacen gritos que harán fortuna: «O do bigote, que limpie o chapapote».
Las arterias del tráfico se colapsan, hasta el punto que Audasa hace una excepción e indulta el peaje a los automovilistas que siguen tratando de llegar a Santiago por la A-9. El escritor Manuel Rivas, convertido en rostro público de la plataforma Nunca Máis (que luego se dirá regida por el BNG) lee tres veces, con voz ahogada, enérgica y nerviosa, un manifiesto que reclama la declaración de zona catastrófica, un dispositivo de salvamento, un plan de emergencia, una legislación internacional «contra o capitalismo
delincuente» y la dimisión de las autoridades que «permitiron que o accidente tivera as peores consecuencias».
La marcha de Santiago parece ajena a la clase política al uso. Zapatero acude, pero es recibido con una lluvia de huevos. El PP se ha apartado.
A la misma hora de la riada humana, la Xunta celebra Consello Extraordinario (en domingo). Es una cumbre borrascosa. Los conselleiros de perfil político se enfrentan con tono bronco con los de cariz técnico. Pérez Varela, Cuiña, Miras y Diz Guedes piden que la Xunta tome el timón de la crisis. Orza, Pita y Palmou
descalifican su propuesta. Fraga guarda silencio, pero dos días después la Xunta pasa a coordinar la lucha contra la catástrofe.
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La Ria del Orgullo |
La Ría de Arousa es un paraje de una hermosura más propia de un parque temático que del mundo real: playas blancas, viñedos con oro rubio, el mar encajado entre el verdor. Pero la Ría de Arousa es además una gran empresa; en realidad, una de las más potentes de Galicia. Veintiocho mil vecinos viven del mar; hay 2.000 bateas y 5.000 bateeiros, 5.000 mariscadores, mil parques de almeja y berberecho, 13 lonjas, 29 plantas conserveras. Unas aguas benditas en fitoplactón le dan la vitola de ser la mayor ría marisquera del mundo.
La riqueza natural ha compactado a la sociedad. As xentes da ría saben trabajar en equipo, son una sociedad articulada. Y lo demostraron ante todo el planeta.
El 3 de diciembre queda en la historia de Galicia como el día de los héroes de Arousa. En la víspera, con la gran mancha llamando a las
puertas de Sálvora y Ons, la sociedad civil comenzó en silencio a tejer su estrategia. Se movilizaron 150 planeadoras
y 15 barcos mejilloneros Un taller de Cabo de Cruz fundió cien espumaderas gigantes, una pesadísima herramienta ideada por los bateeiros para cazar fuel. Y se estableció un plan: «a merda» se volcará en capachos, que serán llevados a tierra
por las planeadoras; los barcos mejilloneros harán de buques
nodriza y albergarán los contenedores.
El día arrancó torcido. A las once de la mañana, los barcos
mejilloneros que llegaron a Aguiño se encontraron con que la administración no había facilitado contenedores para vaciar la cosecha de fuel. Algunos tripulantes estuvieron dos horas parados, esperando a descargar mientras la gran mancha amenazaba su pan. Hombres recios lloraron. Tipos curtidos perdieron el control. Torres Colomer, alcalde de Ribeira, se pasó por Aguiño y recibió un latigazo con una ropa de agua empapada de fuel.
El mar estaba sucio y picado. Primero se emplearon trueles, piezas de plástico, espumaderas. Al final, las simples manos. No hubo mascarillas ni reservas. «Aquí estamos, metendo merda», cantapor la telefonía un patrón con coña marinera. Su razonamiento es impecable: «A pouco que collamos, menos chega a terra».
En el primer día de batalla, las gentes de la ría retiraron 1.500 toneladas de hidrocarburo. En el segundo, sólo en Aguiño llegaron a 3.000. En tres días, alcanzaron las 7.000 toneladas. Su ejemplo se expandió. Los marineros de Vigo y Pontevedra les imitaron, aunque se perdió la partida en la defensa del Parque Nacional de las Illas Atlánticas, totalmente arruinado. Los percebeiros del norte también anotaron la lección y se arrojaron sobre la salitre armados de palas. No fue sólo un gesto. La Ría de Arousa se salvó. El 11 de enero del 2003, los análisis confirmaron que su marisco es apto para el consumo.
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Tercer Acto |
El fin de semana del 6 de diciembre la marea blanca siguió a la ola negra. Galicia recibió a 10.000 voluntarios (equipar a cada uno cuesta unos 30 euros). Las llamadas solidarias colapsaron los teléfonos. Muxía se volvió cosmopolita (manos amigas japonesas, belgas, estadounidenses). El Ejército ocupó las playas.
El Nautile habló: su tercera inmersión demostró fotográficamente que el fuel fluía por varias grietas y tiró abajo la tesis de Rajoy, quien había explicado que allí en el fondo, a casi cuatro kilómetros de profundidad, sólo había «unos hilitos» en fase de «solidificación». Álvarez Cascos, el político que ordenó alejar el petrolero pasase lo que pasase, asume en Bruselas que «el Prestige es el Chernobil de España».El 12 de diciembre el chapapote continúa anegando A Lanzada, Carnota, la Ría de Pontevedra y la Costa da Morte. Fraga se quita de encima una discutida moción de censura. En una hora de discurso, sin autocrítica alguna, despacha las cuatro
horas de quejas de Pérez Touriño y Beiras, que le reclaman elecciones anticipadas. Sin embargo, el presidente está anímica y políticamente tocado. Al día siguiente de Navidad, apela en la sede del PP de Madrid a su condición de viejo fundador y pide «una discriminación positiva» a favor de Galicia que le permita «poder retirarme con dignidad». En la jornada de las mociones de censura, la empresa privada adelanta a los políticos: Inditex anuncia una donación de 6 millones de euros; Caixa Galicia, de 9 y la de Caixanova será de 12 millones. En Madrid se produce la única dimisión de un político por la catástrofe.
Es un oscuro diputado socialista en la Asamblea de Madrid. Se llama Antonio Carmona y un chascarrillo deplorable le cuesta el sillón: «El PSOE está sobrado de votos, pero si hace falta hundimos otro barco». Los socialistas volverán a empañar su labor crítica cuando se descubra que Caldera, portavoz parlamentario, manipuló un documento para fustigar a Rajoy. El viernes 13 hace honor a su leyenda de aciago. Ese día, la UE deja desnuda a Galicia. El presidente español naufraga en sus gestiones en la
Cumbre Europea de Copenhague y Bruselas sólo habilita para Galicia una partida extra de 5 millones de euros (el pasado verano, Alemania había recibido 414 millones de un fondo de solidaridad para paliar unas inundaciones). El Gobierno de Madrid calculó ante la UE que el coste de limpiar las playas sería de 200 millones. La UE asignó como ayuda especial el 2,5% de ese importe, de donde salen los 5 millones (menos que la aportación de Inditex o las cajas gallegas). Al final, el precio de regenerar la costa quintuplicó la cifra que Moncloa presentó ante Europa, por lo que la aportación de la UE pudo haber sido cinco veces mayor.
El domingo 15 de diciembre, Aznar tiene una cita en Washington con George Bush. Sería difícil explicar cómo es que el presidente acude antes a Estados Unidos que a Galicia. Así que el sábado 14, en víspera de volar a la Casa Blanca, acude a A Coruña. «Dije que vendría con los deberes hechos y aquí estoy». El presidente anuncia que desviará para Galicia 260 millones de euros (44.000 millones de pesetas) consignados para otros fines en los fondos europeos. El viaje relámpago dura tres horas. Aznar se atrinchera en la Torre de Vigilancia Marítima de A Coruña, con una manifestación a sus puertas. Francisco Vázquez, asumiendo ante la crisis un rol que imita el del alcalde neoyorquino Giuliani, arranca la promesa de un puerto exterior, una gran infraestructura de futuro. Aznar vuelve a Madrid. El Telediario subraya que de regreso «sobrevoló las Cíesy la zona del hundimiento». Dos días después aterriza el príncipe Felipe. Se baña de gente, come mejillones, escucha y deja un recado: «Que toda Galicia sepa que no está sola».
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Telón |
El 3 de enero, el primer ministro Jean Pierre Raffa-rin no puede comer en París. Viste catiuscas y anda por Cap Ferret. Y es que los restos disgregados de la gran mancha han alcanzado Francia tras restregar su cola un rastro fétido por la Costa da Morte y las playas de Ferrolterra, Asturias, Cantabria y el País Vasco.
El viento del sur y las corrientes dominantes han dado una tregua a las Rías Baixas, aunque capas de un metro de fuel sepultan los playones bravos de Carnota. Los voluntarios no olvidan Galicia: ocho mil apuran el Fin de Año aquí, con un menú de gambones a la plancha, puré de verdura, salmón, turrón y pituitarias despistadas por el fuel. El Prestige sigue perdiendo carga (aunque ahora, a decir de los técnicos, ha pasado de 125 a 80 toneladas al día).
El Parlamento de Galicia se ve incapaz de armar una Comisión de Investigación a fondo sobre el naufragio, porque el Gobierno central impide la presencia de sus testigos y le niega su documentación. El debate político se intenta desvíar a la plataforma Nunca Máis. El Gobierno y sus medios de comunicación afines la acusan de aprovecharse monetariamente de la ola solidaria y de ser una pantalla del Bloque.
Sin que se repare demasiado en ellos, los piratas que estaban tras el Prestige van camuflando su rastro. A efectos de reclamaciones, el único responsable nítido es el capitán Mangouras, pirata ecológico para unos, chivo expiatorio para otros. Crown Resources, la empresa propietaria de la carga (filial del conglomerado ruso
Alfa Group), cambia de nombre y de sede social para escabullirse. La dueña del barco es Mare Shipping Inc. y está registrada en Liberia, aunque se da por hecho su vinculación al trust de la familia griega Coulouthros (implicada en el Mar Egeo en 1992). Universe Maritime, que gestionaba el barco desde abril del 2001, echa también balones fuera desde Grecia.
Galicia inicia el 2003 con sensaciones contradictorias. Lo peor parece haber pasado, pero el fuel sigue llegando a paladas. El pecio se perfila como una bomba permanente desde el lecho oceánico. Galicia necesita 10.000 millones de euros para enganchar
el tren de la historia, pero las grandes inversiones aún son sólo barruntos y buenas palabras. Galicia vivió los primeros días de diciembre una de las semanas
más emocionantes y desesperanzadoras de su historia. Lo primero por la aparición de miles de héroes anónimos que, con su esfuerzo y tesón, salvaron las Rías Baixas de un oscuro e incierto futuro provocado por la marea negra del Prestige. Lo segundo porque durante esas jornadas desapareció el Estado para dar paso a un gobierno distinto: el del pueblo. Los marineros de Muros, Arousa, Pontevedra y Vigo se quedaron solos en su lucha contra las manchas de fuel. Pero se organizaron, apretaron los dientes y se
comieron el chapapote como si en ello les fuese la vida.
Aquel combate dio la vuelta al mundo y hoy, con el paso del tiempo, ha cobrado un valor incalculable. Fue una victoria épica, que salvó a 30.000 familias del ostracismo más absoluto.
Todo comenzó el 2 de diciembre este día, cuatro barcos mejilloneros de Aguiño trabajaron durante horas limpiando manchas de fuel frente a la isla de Sálvora. Aquellos vertidos no eran más que la avanzadilla de un gran frente que se situaba en ese momento entre Corrubedo y Touriñán y que se desplazaba con celeridad hacia el sur. La noticia sorprendió en los puertos de Arousa, toda vez que desde la Consellería de Pesca les habían asegurado que la marea negra no entraría en las Rías Baixas. El Instituto Hidrográfico portugués confirmó lo inevitable y, en ese momento, se puso en marcha una maquinaria que, a la postre, sería determinante.
Paradójicamente, las cofradías habían presentado días antes a la Administración un plan para combatir el fuel con embarcaciones de bateeiros y lanchas. La propuesta fue desestimada e incluso descalificada porque se consideraba poco eficaz. Pero los medios anticontaminación dispuestos por el Gobierno en la ría de Arousa eran escasos e insuficientes, por lo que mejilloneros, mariscadores y pescadores tomaron la decisión de hacer la guerra por su cuenta. Una guerra que aquel mismo día ya se disputaba en mar y tierra. En el agua, los barcos bateeiros, en tierra, el resto del sector, preparando planeadoras para salir al día siguiente a luchar contra las manchas e ingeniando utensilios para combatirlas como las espumaderas gigantes, que se fabricaron por decenas en un taller de Cabo de Cruz.
El día 3 diciembre la falta de medios se hizo sangrante. En el muelle de Aguiño, en Ribeira, medio centenar de embarcaciones de mejilloneros estuvieron atracadas durante cinco horas con contenedores llenos de chapapote a bordo. No había recipientes para descargar el veneno del Prestige y regresar al mar. «Non nos van deixar salvar o noso», sollozaba José Juan, un bateeiro de A Illa. Fue entonces cuando se vivieron los momentos de mayor tensión. En las cubiertas de los barcos se podía ver a gente llorando. Lloraban por lo suyo. Desesperados. Sin embargo, y a pesar de las carencias, el dispositivo organizado por mejilloneros y mariscadores estaba funcionando y la noticia se extendió como una plaga por toda la ría. Los barcos de los bateeiros con las plumas (palas gigantes) y las lanchas con todo aquello que sirviera para recoger fuel (espumaderas, trueles, capachos, hasta sus propias manos) habían hecho más en unas horas sobre las manchas que los barcos anticontaminación en varios días.
Las escenas que se vivieron en la bocana de la ría de Arousa fueron dantescas. La falta de aperos para recuperar el fuel convirtió las manos de los marineros en utensilios claves de la recogida. Muchos marineros acabaron intoxicados por la falta de mascarillas y fueron desembarcados por el aire en puertos como A Illa, O Grove o Aguiño para que las lanchas pudiesen regresar con rapidez al mar.
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El Dia D |
Y así se llegó al día D. El 4 de diciembre la lucha se extendió a las rías de Pontevedra y Vigo. A la misma hora a la que el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguraba que «no parece que manchas importantes hayan entrado en las Rías Baixas», más de 1.200 barcos y 7.000 personas trabajaban sin descanso para frenar el avance de la marea negra. En ese momento, la improvisación era ya historia.
. En sólo dos días, las asociaciones de bateeiros, las de armadores y las cofradías habían
puesto en marcha un dispositivo perfectamente engrasado que incluía a personal en los puertos dedicados exclusivamente a descargar los contenedores, así como turnos de entrada y salida
de los barcos. Este plan de ataque se vio acompañado por una movilización de la sociedad civil sin precedentes. Varios miles de personas más (pueblos enteros como O Grove o A Illa se volcaron en esta misión) colaboraron en tierra en todo lo que hiciera falta:
limpiar playas, tejer barreras artesanales, construir trueles o espumaderas gigantes, limpiar barcos y otros aperos, atender a los intoxicados, hacer bocadillos... Además de la gente del mar, centenares de empresas, personas de toda condición y profesionales de diversa índole (albañiles, médicos, panaderos...) se pusieron al servicio de un objetivo común: salvar las rías.
La actividad en el mar y en los puertos era febril. Sólo en Aguiño, los 200 barcos y lanchas que salieron a limpiar lograron recoger 3.000 toneladas de chapapote. En puertos como A Illa, O Grove o Cambados los contenedores se apilaban unos encima de otros y en Baiona o Cangas el trasiego de camiones cisterna fue incesante.
Al final del día, los muelles parecían campos de batalla, pero la esperanza se había adueñado de todos. La entrada de un frente de vientos del nordeste dio un respiro a las Rías Baixas que luego se convertiría en un soplo de vida. El mismo que recibió la sociedad gallega aquellos días. Los días en los que vio nacer a los héroes del 13-N.
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El hombre que murio de Pena |
Cuando Manfred Gnadinger, Man, empezó a pintar en su museo, hace más de tres décadas, dibujaba círculos negros y blancos.
Mucho negro y poco blanco. Entonces, como poco antes de su muerte, era un incomprendido, cuestión que le interesaba más bien poco. Ahora que está muerto, son cientos de personas las que se acercan a su obra para tratar de entenderle.
Man se fue el 28 de diciembre, envuelto su cuerpo en el taparrabos de siempre y en una manta de frío, y su parque temático, en el negro miserable del fuel. Todo no es sino es cuestión de formas. Falleció a los 66 años de edad, de pena, cuando destrozaron el trabajo de su vida», rezaba la esquela que uno de sus escasísimos amigos le dedicó en el diario. «Galicia y todo el pueblo gallego nunca te olvidarán». Para que sea así, el Concello y la Xunta podrían tomar medidas. Antonio Jesús Alonso Ballester, farero de toda la vida, es concejal de Cultura de Camariñas, planea constituir una fundación entre las administraciones, negociar con Costas el
destino de parte de la parcela en la que se asienta el recinto, erigir un monumento de bronce en medio del jardín de piedra y raíces, todo un canto al ecologismo en vena, ecologismo hard-core.
Pero antes quiere esperar a conocer los designios del anacoreta alemán, que cumpliría 67 años el 27 de este mes y que llegó a Camelle en mayo de 1961. Ahora todos miran por él, dice Juan Mouzo, otro vecino que lo trató, pero antes no hubo muchos que se preocuparan, incluso cuando enfermaba.
É que hai moita hipocresía, temos esa tendencia a a falar moi ben dunha persoa cando morre», explica Sole Vidal, cuasi-abogada, cantante aficionada que le dedicó en el funeral unos hermosímos cantos, de esos que harían llorar a las piedras. Sole cree que Man era una persona afable y difícil, que elevó el valor de Camelle.
El alemán, primera víctima del Prestige, murió de pena, disfrazada de insuficiencia respiratoria, huelga de hambre, depresión profunda o nula ingesta de medicación, como se prefiera. «Deixouse morrer», comenta Luis Sánchez, otro amigo que le proveía de materiales y con quien discutía sobre el arte pictórica.
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El Fax "Perdido" |
El director general de Marina Mercante, José Luis López-Sors, clave en las decisiones adoptadas sobre el Prestige, interrogó a tres autoridades marítimas dependientes del Ministerio de Fomento para saber qué ocurrió con el fax recibido en la noche del día del accidente (13 de noviembre) en Sasemar, Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo, en el que la empresa privada Smit Tak confirmaba que usaría su remolcador Ría de Vigo, al servicio del Estado español. Fomento afirma que los tres altos cargos han declarado ante López-Sors que no conocieron "ese día" el fax ni autorizaron el uso del remolcador público. Uno de esos tres altos cargos admitió al juez que conocía un fax similar que se recibió esa noche en la torre de control marítimo de Finisterre.
Remolcanosa, empresa propietaria del Ría de Vigo y contra la que el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, anunció acciones legales por incumplimiento de contrato, avala que la Administración pública española autorizó que Smit Tak utilizase sus servicios para remolcar el Prestige.
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Las 40 Mentiras |
14 de Noviembre
1- “La situación sigue siendo crítica, pero mucho más favorable”. (Fernández de Mesa)
Los remolcadores tardaron 17 horas en enganchar al petrolero, el barco perdía fuel a borbotones
y al poner las máquinas en marcha aumentaron los destrozos en el costado de estribor.
En resumen, la situación no dejaba de empeorar.
2- “Este barco no ha tocado ningún puerto español, por lo que no hemos tenido ninguna oportunidad de adoptar medidas”. (Álvarez Cascos)
La Carta de Derechos del Mar de la ONU autoriza a intervenir a los Estados dentro de las
200 millas que marcan la Zona Económica Exclusiva, en la que estaba el Prestige. España
también podía forzar al petrolero a cambiar su ruta acogiéndose al convenio internacional de
1969 sobre intervención en accidentes con derrame de hidrocarburos en alta mar.
15 de noviembre
3- “El riesgo de que la marea negra alcance la costa no es muy alto”. (López Veiga)
Hay 900 kilómetros de costa afectada, sólo en Galicia. A ello hay que sumar la contaminación
en el Cantábrico.
16 de noviembre
4- “No tememos una catástrofe ecológica ni prevemos grandes problemas para los recursos pesqueros”. (Arias Cañete)
Es la mayor catástrofe ecológica de la historia de España y los recursos pesqueros de Galicia
han quedado arrasados.
5- “Se ha actuado con la mayor celeridad hasta conseguir alejar lo más posible la amenaza
de las costas gallegas”. (Aznar)
En realidad, el Gobierno decidió pasear el Prestige por toda la fachada atlántica. Ello provocó
que la marea negra afectase a todas las rías gallegas.
17 de noviembre
6- “Todo el fuel que tenía que llegar ya ha llegado”. (López Veiga)
Un mes después, sigue llegando fuel.
18 de noviembre
7- “No hay marea negra, sino un vertido que afecta de forma desigual a zonas de la costa”.
(Arias Cañete)
Los expertos calculan que el Prestige ya ha vertido unas 30.000 toneladas de fuel. Y cabe
la posibilidad de que termine soltando las 77.000 toneladas que llevaba en sus tanques.
8- “En el peor de los casos, los afectados serán menos de 2.000 entre armadores, tripulantes y mariscadores”. (López Veiga)
De acuerdo con el último recuento de la Xunta, los afectados son más de 16.000.
9- “El petrolero se encuentra ahora en zona de rescate deresponsabilidad portuguesa”.
(Fernández de Mesa)
Portugal envió un buque de guerra e impidió que el Prestige entrase en su zona de rescate.
19 de noviembre
10- “No se ha producido ningún nuevo vertido. La decisión que se ha tomado ha sido positiva porque el buque está a 270 kilómetros de las Islas Cíes en una situación en la que puede hacer mucho menos daño que si lo hubiésemos traído a puerto. Creo que no existe riesgo ni en
las Islas Cíes ni en Corrubedo”. (Rajoy)
Los vertidos continuaban. En vez de un puerto contaminado, el petróleo arrasó toda la costa.
Las Islas Cíes están llenas de fuel.
11- “A ojo de buen cubero, el buque ha vertido otras 4.000 toneladas de fuel”. (Fernández de Mesa)
El ojo del delegado del Gobierno parece bastante miope: en ese momento, eran ya más de 10.000 las toneladas vertidas en el mar.
12- “Las barreras anticontaminación se colocaron en cuanto se pudo”. (Rajoy)
Los afectados se desesperaban pidiendo barreras anticontaminación, que llegaron cuando el fuel ya estaba en las playas.
13- “Tenemos los medios suficientes. Si los apoyos internacionales no han venido
antes es porque medios de éstos no los hay en todas partes ni en todo el mundo en cada momento”. (Rajoy)
En ese momento, no había ni un solo barco capaz de succionar el combustible en alta
mar. Sólo estaban trabajando dos buques anticontaminación junto a la Costa da Morte.
Países como Alemania, que habían ofrecido buques para ayudar en la limpieza, seguían
esperando a que les contestase el Gobierno español.
20 de noviembre
14- “La mejor opción, dado el viento que había y que la filtración no era grande, era la de
alejar el ‘Prestige’”. (Matas)
Es evidente que, si el viento es muy fuerte, el petrolero está más abrigado en un puerto que en alta mar sufriendo el azote de olas de ocho metros.
Tampoco es cierto que la grieta no fuese grande, de hecho, el 15 de noviembre el Gobierno ya admitió que el barco corría “el riesgo de partirse”.
21 de noviembre
15- “Todo apunta a que el combustible se va a solidificar en el fondo del mar y no
va a haber ningún vertido más”. (Rajoy)
Los vertidos no han cesado un sólo día y la teoría de la solidificación ha pasado al olvido.
16- “No hay ningún peligro de que la marea negra alcance a las Rías Bajas”. (Rajoy)
Las Rías Bajas están contaminadas por el fuel.
17- “España nunca tuvo ninguna intención de aproximar el buque a aguas portuguesas”. (Trillo)
El propio Gobierno informó, el 18 de noviembre, que el petrolero había entrado en aguas portuguesas y que la responsabilidad del rescate correspondía a partir de ese momento al país luso.
22 de noviembre
18- “Hay manchas fragmentadas, no hay ninguna nueva mancha”. (Fernández de Mesa)
Las autoridades portuguesas explicaron que había nuevas manchas procedentes del petrolero
hundido. Esta versión resultó ser la correcta.
23 de noviembre
19- “No puede hablarse de marea negra, sino de una situación compleja por la proliferación de manchas localizadas”. (Rajoy)
El petrolero ya había vertido, en esa fecha, un mínimo de 20.000 toneladas de fuel.
20- “No han encontrado nada en el lugar del hundimiento". No sé qué medios tienen las autoridades portuguesas para buscar manchas”. (Rajoy)
Las autoridades portuguesas acertaron, una vez más, al asegurar que había manchas de
fuel en el lugar del hundimiento del barco.
24 de noviembre
21- “Son patrañas afirmar que estuve de cacería”. (Fraga)
Patraña era negar que estuvo de cacería, como demostraron los documentos aportados
por la Cadena Ser y como terminó confesando el propio presidente de la Xunta.
22- “Se sigue alejando la posibilidad de que el vertido alcance a la zona de las
Rías Bajas y a la costa de Portugal”. (Fernández de Mesa)
La posibilidad se acercaba cada vez más, como se demostró una semana más tarde.
25 de noviembre
23- “Hemos actuado con prontitud y máxima diligencia”. (Arenas)
La lucha contra la contaminación ha recaído sobre los afectados y los voluntarios. Mientras
la sociedad civil se autoorganizaba, el Estado permanecía ausente. El Ejército tardó tres semanas
en desplegar efectivos suficientes para combatir la marea negra.
26 de noviembre
24- “Todo va como la seda [en la gestión de la crisis]”.(Fraga)
Sin comentarios.
27 de noviembre
25- “No se ha producido ni un minuto de descontrol o descoordinación”. (Álvarez Cascos)
Los afectados no paran de contar ejemplos de descontrol absoluto y ausencia de las autoridades,
hasta el punto de que una de las preguntas más repetidas en las costas gallegas es:
“¿Dónde está el Gobierno?”.
26- “La mancha que se encuentra en la zona del hundimiento es de menor importancia. Mantenemos que el fuel-oil se va a solidificar”. (Rajoy)
El fuel sale del petrolero hundido a borbotones y sin solidificar.
28 de noviembre
27- “La Consellería de Pesca ha diseñado planes de actuación para la defensa de la rías de Muros, Noia y Arousa que permitirán adoptar medidas predeterminadas y conocidas por el sector”. (López Veiga)
El sector desconocía por completo dichos planes. Los pescadores y mariscadores tuvieron
que salir en sus embarcaciones y recoger el fuel con sus propias manos.
29 de noviembre
28- “El mar se va a recobrar y dentro de unos meses estaremos todos pescando”. (López Veiga)
Los biólogos aseguran que el mar tardará entre cinco y veinte años en recobrarse por completo.
29- “Los afectados podrán respirar tranquilos de cara a esta Navidad”. (Fraga)
El Gobierno teme ahora que el Prestige pueda estar soltando fuel hasta el 2006 y que, en ese
caso, Galicia sufra nuevas mareas negras.
1 de diciembre
30- "Hay posibilidades de que más manchas alcancen la costa, pero no tiene por qué ser grave. Lo que pueden llegar son pequeñas manchas que hay que hacer el esfuerzo de ir recogiendo”. (Rajoy)
Dos días después, llegaba a Galicia la segunda gran marea negra.
3 de diciembre
31- “Los espacios naturales están a salvo”. (Del Álamo)
Un día después, la marea negra llegó a las islas Cíes, Ons y Sálvora, que forman el Parque
Nacional de las Islas Atlánticas.
4 de diciembre
32- “Parece que el fuel no ha entrado en las rías de Pontevedra y Vigo”. (Rajoy)
A la misma hora que Rajoy pronunciaba esta frase, la contaminación entraba en ambas rías.
5 de diciembre
33- “Son unos pequeños hilillos que se han visto [en la proa del Prestige], cuatro regueros que se han solidificado con aspecto de plastilina en estiramiento vertical”. (Rajoy)
Los hilillos de plastilina manan fuel a un ritmo de 125 toneladas al día.
34- “Solamente se observan algunos pequeños orificios y solidificado parte del líquido que, en condiciones inapreciables, puede estar saliendo de la proa”. (Rajoy)
Los pequeños orificios son 14 grietas, nueve en la popa y cinco en la proa.
6 de diciembre
35- “Jamás recuerdo a nivel de Gobierno una intensidad informativa en cantidad, en transparencia y tiempo real como ésta”. (Álvarez Cascos)
El Colegio de Periodistas de Galicia, que agrupa a más de mil profesionales, denunció el “intolerable apagón informativo” decretado por el Gobierno y lamentó que los periodistas tengan
que acudir a organismos oficiales de Francia y Portugal para obtener datos ciertos sobre la
marea negra.
36- “Hay hilos que salen del barco, pero que quedan inmediatamente solidificados. No se puede decir técnicamente, sin faltar a la verdad, que esos hilos que salen vayan hasta la superficie”. (Aznar)
En la zona del hundimiento hay una superficie manchada de 57 por 18 kilómetros, equivalente
a la extensión de la isla de Lanzarote. Y la mancha crece día a día.
8 de diciembre
37- “La popa sólo tiene dos grietas pequeñas. Está mucho mejor que la proa”. (Rajoy)
Dos días después, y sin que el batiscafo Nautile hubiese realizado una nueva inmersión que aportase datos diferentes, el vicepresidente admitió que las grietas en la popa eran cinco y que vertían al mar 45 toneladas de fuel al día.
9 de diciembre
38- “Las Fuerzas Armadas han estado desde el primer día, progresivamente, en Galicia”. (Aznar)
Si estuvieron desde el primer día, tuvo que ser en una misión secreta. Cinco días después
del accidente, llegaron 40 infantes de marina a limpiar alguna playa en la Costa da
Morte. Poco después, desaparecieron. Sólo a partir del 5 de diciembre, ante las críticas
de la oposición, Defensa incrementó significativamente la presencia de militares en Galicia.
39- “Es posible que en una playa determinada un día hayan faltado unos medios, pero
al día siguiente tenían los medios necesarios”. (Aznar)
Los pescadores y mariscadores afectados por la marea negra se han quejado, en decenas de
ocasiones, de falta de medios de todo tipo: desde contenedores hasta material anticontaminante.
40- “He escuchado muchas críticas, pero ninguna alternativa a las actuaciones del Gobierno y la Xunta”. (Fraga)
Los técnicos plantearon diversas alternativas, entre las que destaca la conveniencia de haber
llevado el petrolero a puerto, en vez de pasearlo por toda la costa de Galicia.
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Frases Ocurrentes |
Hasta tal punto llega el grado de descontrol y descoordinación de los políticos del PP en esos días, que caen en sus propias mentiras uno detrás del otro querían negar la evidencia que todos los gallegos de a pie estábamos viendo en nuestras costas.
He aquí un repertorio de frases que demuestran lo que los políticos llegan a decir, con tal de seguir aferrados a sus asientos en el cargo.
Pandilla de IMPRESENTABLES
Probablemente el fuel no toque la costa gallega " (Arsenio Fernández de Mesa. Delegado
del Gobierno. 14 de noviembre)
"Ya ha pasado el peligro más grave" (Manuel Fraga. 15 de noviembre)
"Con el Prestige a 60 millas el riesgo no es alto". (Enrique López Veiga. Consejero de Pesca. 15 de noviembre)
"Afortunadamente, la rápida intervención de las autoridades españolas alejando el barco de las costas, hace que no temamos una catástrofe ecológica, como ha sucedido en otras ocasiones, ni prevemos grandes problemas en las aguas españolas ni para los recursos pesqueros" (Arias $ Cañete. Ciudad Real 16.11.02)
"Todo el fuel que tenía que llegar a la costa ya ha llegado".(López Veiga. Consejero de Pesca. 17 de noviembre)
"No se puede hablar de marea negra; son manchas negras y dispersas" (López Sors. Director General de la Marina Mercante, 17 de noviembre)
"La Xunta va a dar a las 4.000 familias afectadas el turrón y si luego puede venir el mazapán por parte del gobierno central y de la UE, mejor" (Enrique l. Veiga, Consejero de pesca, 17 de noviembre).
“El petrolero pudo perder entre 3.000 y 4.000 toneladas de fuel". (Arsenio Fernández de Mesa. Delegado del Gobierno en Galicia.19 de noviembre)
"El destino del fuel en el fondo del mar es convertirse en adoquín" (Arsenio Fdez. de Mesa, Delegado del Gobierno en Galicia. 19 de Noviembre)
"Pensamos en bombardear el Prestige para hundirlo o hacer arder el fuel". ( Federico Trillo.20 de noviembre)
“Si hace falta, me vuelvo a bañar como en Palomares” (Fraga. 21 de noviembre)
"Hay una cifra clara, y es que la cantidad que se ha vertido no se sabe" (Arsenio Fdez. de Mesa, Delegado del Gobierno en Galicia. 21 de noviembre21/11/02).
"El gobierno ha actuado con diligencia. Nosotros hemos seguido esto desde el primer momento, no hay que olvidar que el Director General de Costas está aquí desde el sábado". (Jaume Matas. Ministro de Medio Ambiente. 21 de Noviembre).
"Fraga no ha salido de Galicia" ( Enrique l. Veiga, Consejero de pesca, 21 de noviembre )
"La marea no va a llegar a las Rías Bajas" ( Mariano Rajoy 21 de noviembre)
"Estoy donde tengo que estar. Dios y Santiago nos van a ayudar" (Manuel Fraga.22 de Noviembre)
"No he ido a Galicia porque ya han estado varios ministros" ( Aznar. 22 de noviembre)
"Afecta a una parte importante de La Coruña, pero no es una marea negra”. (Mariano Rajoy.23 de noviembre)
“ El pasado sábado estuve en mi despacho hasta muy tarde y luego viaje a Madrid, donde mantuve una reunión extensa y tranquila con su hija Carmen Fraga que es secretaria general de Pesca Marítima. ..al día siguiente domingo estuve con unos amigos a los que dejé tirados porque yo no podía quedarme a la cacería entre los que se encontraba el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Fernando Fernández Tapias, que es una de las personas que más entienden" de hidrocarburos”( Fraga. 23.11.02)
“A una profundidad de 3.500 m. y a dos grados de temperatura, el fuel estaría en un estado sólido, por lo que, en principio, el combustible no se verterá" (Mariano Rajoy.24 de noviembre)
"Lo de mi cacería es una patraña" ( Fraga.24 de noviembre)
"Fraga estuvo todo el fín de semana trabajando coordinadamente con el Gobierno".( Arias Cañete. 25 de noviembre)
“A toro pasado todos acertamos por qué lado se tira el penalti “. (Francisco Álvarez-Cascos, ministro de Fomento. 26 de noviembre)
“El vertido afecta a una extensión muy importante, pero no es una marea negra “. (Arias Cañete. 26 de noviembre)
"Si no hubiéramos alejado el buque mar adentro, la mancha ya estaría en la costa" (Enrique López Veiga. Consejero de Pesca. 26 de Noviembre).
“Si alguien habla de descoordinación, que lo demuestre, y, si alguien es capaz de demostrar que es mejor que un petrolero que se está partiendo entre en un puerto antes que ser sacado, que también diga que estaría dispuesto a asumir esa responsabilidad. Nosotros no lo vamos a hacer y vamos a contribuir a que el daño a las familias y el daño al medio ambiente sea el menor posible. Lo que no vamos a hacer, Señoría, y ya se lo digo, es ir a Galicia a hacernos fotografías, a no resolver nada y a mercadear" (Aznar.271102).
"Sobre el dato cierto de la intervención desde el primer momento del remolcador Ría de Vigo se presupone gratuitamente y sin prueba alguna que lo demuestre que la única motivación de su tripulación era conseguir el premio económico por el salvamento de la carga y el buque siniestrado. Sin embargo, éste y los demás buques al servicio de Salvamento Marítimo realizan sus misiones cumpliendo las órdenes que reciben de sus centros coordinadores. Las tripulaciones de estos buques han demostrado a lo largo de los años su entrega y espíritu de servicio en el desempeño de su trabajo. La multitud de emergencias resueltas demuestran que su profesionalidad está fuera de toda duda". (Nota de Prensa Ministerio de Fomento.27 de Noviembre)
«El fuel no debe llegar a la costa pero se han tomado todas las medidas posibles». (Rajoy. 28 de noviembre)
"Parece ser que se trata de una variante de fuel que tiene algunas complicaciones”. (Fraga. 28 de noviembre)
“Yo le quiero decir a usted que soy muy consciente y todo el mundo es consciente de que la capacidad de crear alarma es ilimitada. Se pueden crear todas las alarmas que se quieran e, incluso, por qué no voy a decirlo, en algunas ocasiones se hace y, además, se hace conscientemente de que se está creando alarma, y probablemente, además, no existen elementos de contratación de algunas informaciones que se están dando desde un punto de vista real, desde un punto de vista fundamentado” (Aznar. Roma 28.11.02)
"Una marea negra es una marea negra”. (López Veiga. 29 de noviembre)
"Yo no iré a Galicia para hacerme fotografías, sino con soluciones bajo el brazo y con compromisos, que es mi trabajo… considero exagerado y fuera de lugar hacer al Gobierno responsable de la catástrofe y cree que quienes lo hacen cometen una torpeza y un grave error" incluso para su propio futuro…Actuar de esa forma es usar el dolor ajeno como mercancía política y tener una visión política bastante estrecha..Hay gente que está mucho más preocupada en el aprovechamiento propio del dolor ajeno y de una catástrofe que de manifestar su solidaridad" (Aznar. Corfú.1.12.02)
"Yo pertenezco a un Gobierno y a un partido que no han organizado ningún grupo para secuestrar ciudadanos, para pegar tiros en la nuca y enterrar en cal viva.....Zapatero y Polanco han puesto a los redactores de la Cadena SER a indagar sobre los hoteles en los que los miembros del Gobierno se alojan los fines de semana". (Álvarez-Cascos.2.12.02)
"Tengo la impresión de que mientras muchísimas personas han hecho lo que ha estado en su mano, lo único que hemos recibido del PSOE es una critica brutal….no he visto ni un grado de patriotismo, sólo oleadas de críticas, peticiones de dimisión y una actitud irresponsable…. ninguna oposición ha actuado así en situaciones similares". (Mariano Rajoy. 4 de Diciembre)
“En estos momentos, la estructura se encuentra deformada. Hay planchas dobladas hacia adentro. Se piensa que el fuel está aún enfriándose, salen unos pequeños hilitos, los que se han visto, hay en concreto cuatro regueros que se han solidificado con aspectos de plastilina en estiramiento vertical. Debe salir de alguna de las grietas. Están los técnicos estudiando que significa eso". (Mariano Rajoy.5.12.02)
“Hay un fluido en la zona de proa que es difícil de cuantificar “(Mariano Rajoy. 6 de Diciembre)
“La popa está mejor que la proa. Sólo tiene un par de pequeñas grietas” (Mariano Rajoy. 7 de Diciembre)
“Lo del Prestige es para España lo que para otros países es Chernóbil (...), esto es nuestro Chernóbil particular “. (Cascos. Bruselas. 7 de Diciembre 2002)
"Se tomó la decisión menos mala, aunque la menos mala fue más mala de lo que estaba previsto…." (M. Fraga. Sobre llevar el Prestige a alta mar. 8.12.02)
"Estuve de cacería cuatro horas y me volví sin comer" (M. Fraga.8.12.02)
“En total, el Prestige pierde unas 125 toneladas al día por sus 14 grietas “(Mariano Rajoy. 9 de Diciembre)
“ Es posible que hayamos llegado tarde a determinadas situaciones, pero lo hemos intentado corregir inmediatamente; es posible que hayamos tomado alguna decisión equivocada pero, si nos hemos percatado de ello, enseguida hemos intentado corregirla y la hemos corregido; es posible que en una playa determinada un día hayan faltado algunos medios, pero al día siguiente tenían los medios necesarios. Es decir, es posible que hayamos cometido equivocaciones, pero créame que hemos hecho todo el esfuerzo humanamente posible para afrontar una tragedia y una catástrofe que nunca habíamos conocido prácticamente en la vida de nuestro país y para la cual, naturalmente, ningún país está preparado, tiene todos los medios preparados “(Aznar. TVE1.9.12.02)
"Estimo que el armador del Ría de Vigo pudo incurrir en claro incumplimiento contractual, razón por la cual la Abogacía del Estado en A Coruña tiene el encargo de emprender las acciones jurídicas que procedan". ( Cascos. Congreso de los Diputados.10.12.02)
"La noticia de mi cacería responde a una estrategia del señor Polanco y el señor Zapatero" . ( Cascos.12 de diciembre )
"En la catástrofe del "Prestige" sólo hay un culpable: el barco " ( Ana Botella 12 de Diciembre )
“Nunca como estos días me he sentido tan cercano a Galicia, a sus sentimientos y preocupaciones. Y los que me conocen saben que yo siempre la he sentido muy cerca". ( Aznar. 14 de Diciembre 2002 )
"Cuando el tiempo pase vamos a tener una visión más equilibrada. En lo esencial, las cosas no se han hecho mal". ( Pilar del Castillo. 14 de diciembre)
"La organización estuvo a la altura de las circunstancias y la capacidad de respuesta ha sido óptima….Ni he sido relevado de ningún mando ni se me ha entregado ningún mando... Si usted quiere decir que no éramos profetas para saber que el Prestige iba a reventar frente a las costas gallegas, tiene toda la razón. Si la responsabilidad política hay que asumirla por no ser profeta, yo la ofrezco en este momento". (Cascos. 15 de Diciembre 2002)
"Está muy bien decir que yo habría consultado a las universidades o los expertos, pero cuando hay que decidir, simplemente hay que hacerlo, y yo estoy convencido de que la decisión fue la correcta. La hago mía con todas las consecuencias" ( Aznar.17 de Diciembre 2002.Congreso de los Diputados )
"Una primera impresión de la situación allí, después de haber sobrevolado la zona, es bastante positiva, ya que puedo decir que no hay playas manchadas de chapapote. Esto dice mucho del buen trabajo que se ha esto haciendo hasta ahora y empieza a crear una esperanza para el futuro; las playas estaban limpias y esplendorosas, la visión era magnífica..............."A Galicia le quedan algunas semanas de limpieza en algunas zonas, pero en las rías no ha entrado el chapapote. El marisco está allí extraordinario. No es el Apocalipsis que se nos ha descrito durante estos días" ( Fede Trillo.24.12.02 )
"Fomento no ha perdido el rumbo en ningún momento en relación con la responsabilidad….. Eso es sólo el deseo de algunos: la oposición y la corte mediática que acompaña a la oposición" (Francisco Álvarez Cascos.3.01.03)
"Dimitir ?Por una razón muy sencilla; si hubiera visto a alguien que lo pudiera hacer mejor... Pero pensé que mi experiencia, mi paciencia y mi serenidad podían servir a un país que me había reelegido por cuarta vez por una gran mayoría. Y ahora se ha visto que esa famosa plataforma Nunca Máis es una arma política de los elementos más radicales del país, que la han querido utilizar políticamente. A esa gente no se le puede dejar el timón de ninguna de las maneras.. Estar unas horas fuera, un domingo, teniendo todos los cabos atados, es que es absolutamente de risa; el que sólo hayan podido demagógicamente acusarme de eso revela que todo lo demás se hizo bastante bien. Siembre he estado al timón, al remo y donde me ha tocado en cada caso". ( Fraga Iribarne. 12.01.03 )
"Admito que aún no sé nada del Prestige, pero aprenderé. Bueno, me voy hoy mismo para Galicia con voluntad de aprender y espero ser capaz de aprender" ( Comisionado del Gobierno. Rodolfo Martín Villa.12.01.03 )
" Si llegara a deducir que la responsabilidad está en alguna autoridad pública, me lo callaría, porque estaría perjudicando al patrimonio nacional". ( Comisionado del Gobierno. Rodolfo Martín Villa.03.02.03 )
"En el País Vasco estamos padeciendo las consecuencias de grupos como Nunca Máis, Lo que el País Vasco está padeciendo es la batasunización de la sociedad por parte de ETA. La estrategia de ETA siempre ha sido crear estructuras sociales que, sin llamarse ETA, estaban al servicio de ETA". ( Jaime Mayor Oreja.12.02.03 )
"Es un problema perfectamente controlado, ínfimo, irrelevante" ( Josep $ Piqué .Pleno del Senado. Refiriéndose a los tanques del Prestige, que alojan aún unas 50.000 toneladas de fuel. 12.02. 03 )
"La Madre Naturaleza es suficientemente inteligente y tiene los medios para dispersar y depurar el fuel que todavía sale del barco " ( Francisco Alonso Comisionado del Ministerio de Fomento para las actuaciones derivadas de la catástrofe del Prestige.1.03.03 )
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Francia Intervino |
Las autoridades francesas y españolas han ocultado durante meses la existencia de una intervención francesa de alto nivel para que el Prestige cambiara de rumbo y dejara de amenazar las aguas de su país, haciéndole dar media vuelta hacia el sur, con lo cual el riesgo se alejó de Francia y se trasladó a España y Portugal. El secreto fue revelado por el almirante Jacques Gheerbrant, prefecto marítimo de la zona atlántica de Francia, ante una comisión parlamentaria que ha dedicado cinco meses a estudiar los problemas de seguridad del tráfico marítimo, a la que dio cuenta del envío de un fax "al director de la Seguridad Marítima" española, al observar que el barco averiado enfilaba hacia el norte.
El almirante reaccionó a preguntas del parlamentario Jean-Pierre Dufau -vicepresidente de la comisión-, que requirió una explicación sobre el errático rumbo seguido por el Prestige entre el 13 de noviembre, en que dio cuenta de la vía de agua sufrida, y el 19 de noviembre, en que naufragó tras partirse en dos. El almirante Gheerbrant tomó la palabra y reveló el secreto: "Por lo que se refiere al papel de Francia, ha subrayado usted los movimientos erráticos del barco. Hay al menos uno que no lo es totalmente: cuando nos dimos cuenta de la ruta que el barco enfilaba hacia el norte, yo tomé inmediatamente una iniciativa, pasando por París, después por el director de gabinete del primer ministro (Jean-Pierre Raffarin), que no quiso intervenir a nivel de Asuntos Exteriores y me dejó a mí la tarea de encargarme de ello. Yo hice saber por fax al director de la Seguridad Marítima en España que la ruta que colocaría al día siguiente, a las 14.00, el barco a la latitud de Arcachon (en las Landas francesas) no me parecía extremadamente razonable. Y ahí, los españoles escogieron entre enfadarse con los franceses o con los portugueses, y escogieron enfadarse con los portugueses. Hicieron bien, porque si no, el barco se habría partido en dos frente a Arcachon y no habríamos tenido solamente una parte de la contaminación, sino la parte esencial, a causa del viento del oeste". "Esta intervención", continuó el almirante Gheerbrant, "no fue hecha pública porque no era necesario, aunque sólo fuera para no molestar a nuestros amigos españoles, pero fue a causa de ella por lo que el barco se alejó un poco de nosotros. Los portugueses protestaron en seguida. Y entonces el navío tomó una ruta hacia el oeste que no desagradaba a los unos ni a los otros" (Julio 2003).
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Los Expertos critican |
Las universidades españolas se han volcado con la crisis del Prestige. Sobre todo llevando voluntarios a las playas, pero también, y sin cesar, sacándole los colores al Gobierno. La queja es general: el Ejecutivo, repiten profesores universitarios, ha tomado las decisiones sin consultar con los que saben, o sea ellos, hasta que creó el comité científico. Especialmente desde las tres universidades gallegas, las más críticas, que tienen además la mayor concentración de expertos en el mar.
Los claustros y grupos de profesores han firmado manifiestos de censura al Gobierno. El último de ellos, que se publicará el viernes en la prestigiosa revista Science, lleva la firma de 421 científicos de 32 universidades, del CSIC y del Instituto Oceanográfico.
El Ejecutivo insiste en sostener que la decisión de alejar el barco se tomó siguiendo el criterio de los técnicos. Sin embargo, el manifiesto deja claro para la comunidad científica mundial, que es la que lee Science, que las decisiones tomadas no obedecen a ningún criterio científico, y el problema fundamental reside precisamente en el hecho de que el Ejecutivo no consultó con los expertos investigadores.
Quienes más clara han dejado su postura son los profesores, investigadores y técnicos de los grupos de investigación de Geología Marina, Oceanografía Física y Ecología Marina de la Universidad de Vigo. 67 de ellos firmaron un mes después de la catástrofe una carta muy dura. Sostenía que las decisiones tomadas por el Ejecutivo son "actuaciones difícilmente derivadas del saber científico acumulado a lo largo de las últimas dos décadas".
La base de la argumentación es simple: si desde hace 25 años se sabe que hay una corriente dirigida hacia el norte, ¿Por qué se llevó el barco al sur? El escrito era tajante: tanto el traslado al sur, como los cambios de rumbo, han ampliado las consecuencias de la catástrofe. Los científicos se quejaban del "desaprovechamiento de un potencial humano de valor inestimable", esto es, los investigadores de Ciencias del Mar. No sólo no se les hizo caso, es que nunca se les ha dotado de los medios necesarios ni hubo interés en desarrollar un plan de emergencia en el que podrían haber colaborado, decía el manifiesto.
Los investigadores, en cualquier caso, se comprometían, y así lo han hecho, a seguir investigando las consecuencias del desastre del Prestige para aportar sus conclusiones al Gobierno, aunque no se las haya pedido. En Internet hay varias muestras del resultado de estas investigaciones paralelas a las oficiales.
Otros 96 científicos avalaron una protesta promovida por Greenpeace, en la que se exigía al Gobierno que se dejara asesorar. A las mismas conclusiones llegaron todos los decanos de Biología de España, reunidos en Málaga. "Las actuaciones realizadas por las Administraciones difícilmente se pueden entender desde un punto de vista científico".
Otras universidades gallegas, y de toda España, siguieron la estela de Vigo. Así lo hicieron la Politécnica de Cataluña, de Sevilla, Oviedo... Además de organizarse para enviar voluntarios, muchas emitieron comunicados de protesta por el comportamiento "no científico del Gobierno". De paso, aprovecharon para criticar a la empresa Tragsa y en general a la gestión con los voluntarios, que al volver a sus universidades se quejaban de la desorganización. Las universidades gallegas también organizaron paros rotatorios para permitir que sus alumnos fueran a limpiar chapapote; otros centros españoles, como la Universidad de Alcalá de Henares, pusieron productos gallegos en sus menús para apoyar.
La situación llegó a tal extremo que el propio presidente de la Conferencia de Rectores, Ignacio Berdugo, sostuvo que el Gobierno podía haber consultado "bastante más" a los investigadores, y recordó que el 70% de la capacidad técnica y científica se genera en las istituciones universitarias. Las mismas opiniones se pueden ver en los diversos foros de científicos en Internet.
La indignación entre esta comunidad fue creciendo a medida que el Gobierno ofrecía informaciones contradictorias. "Estoy hasta las narices de lo que estoy leyendo. Tenemos que aprender de este error monumental. Hay que saber a quién tenemos que llamar en caso de catástrofes parecidas, qué barcos enviar y cómo movilizar a los medios. Me avergüenza que un país como España tenga que depender de los pronósticos del viento y las corrientes para saber dónde está una mancha", se quejaba en una entrevista Alberto Otero, director del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo. En este mismo centro, dependiente del CSIC, los trabajadores firmaron un manifiesto para decir que las decisiones adoptadas por el Ejecutivo "son determinantes de la catástrofe". Y que "entre todos los escenarios posibles se ha optado claramente por el peor". Los trabajadores rechazaban la "contaminación informativa y desinformación practicada por los Gobiernos central y autonómico sobre este asunto".
El claustro científico del Instituto de Ciencias Materiales de Madrid, dependiente del CSIC, que acusa al Gobierno de tratar de "reducir la ciencia española a la nulidad", como demuestra "la deplorable actuación del Ejecutivo ante el hundimiento del Prestige". Los científicos se reconocen "desmoralizados" por la imagen que se está transmitiendo